Hemos decidido que puede resultar interesante añadir alguna noticia sobre el tema del que trata este blog, ya que son curiosidades que pueden ser entretenidas para quien las lea.
En este caso se trata de una noticia del periódico "El País", con fecha de 8 de mayo de 2015.
NUTRICIÓN
¿Por qué hay alimentos que no podemos parar de comer?
Algunos tipos de comida actúan sobre el cerebro de un modo que tienen similitudes con las drogas capaces de crear adicciones
Las chocolatinas, algunos frutos secos o las patatas de esa cadena de restaurantes de comida rápida. Hay algunos alimentos que parecen drogas. Sabemos que engordan e, incluso, que nos revolverán el estómago, pero no podemos parar de comerlos. El motivo podría ser que, aunque con una intensidad mucho menor, comparten características con otras sustancias adictivas. De hecho, algunos estudios con ratones ya sugieren, por ejemplo, que comer algunas galletas tienen un efecto sobre el cerebro similar al consumo de cocaína.
Como sucede con las drogas, no todos los alimentos son igual de adictivos. Las comidas con azúcar, o con grasa suelen tener un potencial mayor que la lechuga o las pechugas a la plancha. En opinión de Fernando Rodríguez de Fonseca, coordinador de la Red de Trastornos Adictivos del Instituto de Salud Carlos III, esta diferencia “tiene mucho sentido desde el punto de vista fisiológico”. La explicación está en el sistema de refuerzo del organismo, el mecanismo de aprendizaje que nos hace buscar todo aquello que es bueno para la supervivencia de nuestros genes, como la comida, el sexo o la posición social. “Dentro de este sistema, cuando tengo hambre, voy a buscar una comida más calórica, como las que tienen azúcares o grasas, que me satisfaga más rápido y con mayor intensidad”, añade el investigador.
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