LA FORMACIÓN DE LA ORINA
La orina de los mamíferos es un líquido amarillento que se produce como resultado de la filtración, reabsorción y secreción en las nefronas. El pH de la orina varía ligeramente según el régimen alimenticio, siendo algo más ácido en un régimen carnívoro.
La orina se compone de agua (95%), sales minerales (2%) y sustancias orgánicas (3%).
1.- Filtración glomerular: consiste en el paso de ciertas sustancias desde la sangre contenida en el glomérulo de Malpighi al interior de la cápsula de Bowman. Se filtran el agua y la mayoría de las moléculas que circulan por el plasma sanguíneo.
2.- Reabsorción tubular: en la nefrona, una gran parte de las sustancias son reabsorbidas. Entre esas sustancias se encuentran los nutrientes. Las moléculas de excreción no son reabsorbidas. También son reabsorbidas el agua y las sales minerales necesarias para que se mantenga constante su concentración en la sangre. La reabsorción de agua se realiza en el Asa de Henle y la de las demás sustancias, en el Túbulo proximal.
3.- Secreción: fase por la cual se vierten residuos desde capilares al túbulo contorneado distal.
El conjunto de estas tres fases da lugar a la orina.
La orina pasa de las nefronas a la pelvis renal y al uréter, desde donde llega a la vejiga gracias a las contracciones musculares de las paredes del uréter. La vejiga recibe la orina a través de un goteo continuo. Su expulsión está controlada por un anillo muscular, o esfínter, que rodea el cuello de la vejiga.
La orina pasa de las nefronas a la pelvis renal y al uréter, desde donde llega a la vejiga gracias a las contracciones musculares de las paredes del uréter. La vejiga recibe la orina a través de un goteo continuo. Su expulsión está controlada por un anillo muscular, o esfínter, que rodea el cuello de la vejiga.
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