viernes, 12 de junio de 2015

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PROBLEMAS DE SUEÑO POR MALA ALIMENTACIÓN

Las personas que consumen las dietas más variadas también son las que más descansan, halla un estudio

LUNES, 11 de febrero (HealthDay News) -- Lo que uno come puede afectar qué tan bien duerme, según un estudio reciente.
Los investigadores hallaron que ciertos nutrientes podrían desempeñar un rol en la duración del sueño. Y también concluyeron que las personas que consumen una amplia variedad de alimentos (un indicador de una dieta saludable en general) tenían los patrones de sueño más sanos.
"Aunque muchos reconocemos inherentemente que hay una relación entre lo que comemos y cómo dormimos, ha habido pocos estudios científicos que han explorado esta conexión, sobre todo en una situación del mundo real", comentó en un comunicado de prensa de la Universidad de Pensilvania Michael Grandner, profesor de psiquiatría y miembro del Centro de Neurobiología del Sueño y Circadiana de la Facultad de Medicina Perelman de la universidad.
"En general, sabemos que los que reportan entre siete y ocho horas de sueño por noche son los más propensos a experimentar una salud y un bienestar globales mejores", anotó Grandner, "así que simplemente planteamos la pregunta de si había diferencias en la dieta entre los que reportaban unos patrones de sueño más cortos, más largos, o estándares".
Grandner y colegas analizaron datos de la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición de EE. UU. de 2007 y 2008, y hallaron que los que dormían poco (de cinco a seis horas por noche) consumían la mayor cantidad de calorías, seguidos de los que tenían un sueño normal (de siete a ocho horas), los que dormían muy poco (menos de cinco horas), y los que dormían mucho (nueve o más horas).
En cuanto a la ingesta de una dieta bien equilibrada, los que tenían un sueño normal consumían la dieta más variada, y los que dormían poco consumían la dieta menos variada, según el estudio, publicado en línea como adelanto de su aparición en la edición impresa de la revista Appetite.
Un sueño muy corto se asoció con una menor ingesta de una sustancia llamada licopeno (que se halla en los alimentos de color rojo y naranja, como los tomates), de carbohidratos totales y de agua de la llave. Un sueño corto se asoció con una ingesta más baja de vitamina C, agua de la llave, selenio (un mineral que se halla en los frutos secos, la carne y los mariscos) y una ingesta más alta de unos nutrientes hallados en las verduras de hojas verdes (llamados luteína y zeaxantina).
Un sueño de larga duración se asoció con una menor ingesta de una sustancia que se halla en el chocolate y el té (llamada teobromina), una grasa saturada llamada ácido dodecanoico, la colina (que se halla en los huevos y en las carnes grasas), carbohidratos totales, y una mayor ingesta de alcohol.

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